Reino Unido ha decidido no incluir a España en el listado de destinos seguros.
Sin lugar a dudas, esta decisión supone un gran varapalo para nuestro sector turístico. Por ejemplo, en mi querida Cantabria, los turistas ingleses representaron en 2019 aproximadamente un 15% del turismo cántabro total, constituyendo el segundo perfil de visitante con más viajes a Cantabria, después del francés.
El que Reino Unido no incluya a España en el listado de destinos seguros implica que, las personas que visiten nuestro país, a su regreso además de tener que viajar con una PCR negativa, deberán permanecer 10 días en cuarentena.
Se trata de una medida que, por supuesto, afectará al sector turístico nacional porque son condicionantes muy disuasorios para venir. Esta medida provoca una gran inseguridad en el sector turístico dependiente de la afluencia inglesa como, por ejemplo, en el caso de las regiones insulares.
En este sentido, el Gobierno de Pedro Sánchez no puede quedarse de brazos cruzados. De hecho, desde el Senado, le preguntamos si ya han medido el impacto para la economía española de esta decisión.
Medido el impacto y, también, tomado cartas en el asunto para ofrecer a Reino Unido esa garantía que necesitan para recuperar la confianza en nuestro país como destino seguro.
Necesitamos que esto se consiga de manera urgente.
Estamos a las puertas del verano de la recuperación.