El verano, sin lugar a dudas, ha sido atípico. La nueva normalidad ha obligado a que todos los sectores se adaptasen a las exigencias de la coyuntura actual, un día a día que cambia constantemente y que no garantiza ninguna estabilidad.
De hecho, a las pruebas me remito, ya que el 21 de agosto presenté ante la Cámara una pregunta para esclarecer el apoyo que el Gobierno de España iba a dar al sector turístico y, más concretamente, después de la decisión de cerrar locales de ocio nocturno, bares y salas de danza ante el aumento de contagios.
La respuesta que nos encontramos a 7 de octubre es que esta industria ya cuenta con el Plan de Impulso del Sector Turístico y que consta de 28 medidas, que se presentó el pasado 18 de junio. ¿Estás medidas se adaptan a la realidad que se encontraron dos meses después y a la que aludimos desde el Partido Popular?
Nos dan respuestas generales a los ERTE, cuando les hablamos de circunstancias muy concretas. Es cierto que los ERTE se han prorrogado hasta el 31 de enero de 2021 y nos aseguran que beneficiarán especialmente a la hostelería, el comercio y el turismo. Pero, no aclaran si habrá medidas especiales, más allá de esta generalidad.
Lo único y a lo que estamos a expensas de ver que se presenta es el Plan específico de inversiones para el turismo al Fondo de Recuperación de la Unión Europea. Desde estas líneas deseo que no se demore la redacción de este documento, ya que de ello dependen muchos empleos y familias de nuestro país, ya que el Turismo en una de nuestras industrias más potentes.
España necesita soluciones que se adapten a su realidad, al momento que se está viviendo y eso, por supuesto, exige mucho más trabajo y entrega de la que se viene dedicando.