El coste energético es un factor decisivo para garantizar la viabilidad o no de una industria.

Como consecuencia de la crisis desatada por el COVID-19 y a la vista del desplome mensual (-11,9%) e interanual (-12,2%) del Índice de Producción Industrial de Marzo de 2020, no era de extrañar que ahora pesaran todavía más los costes y, en consecuencia, su recuperación.

La viabilidad de las empresas lleva mucho tiempo comprometida por decisiones y anuncios de encarecimiento de los costes energéticos de las industrias españolas.

Una situación que, sin lugar a dudas, amenaza directamente a otra gran variable de costes que son los salarios de los trabajos e, incluso, sus puestos de trabajo.

Por ello, me veo en la obligación de llevar al Senado la pregunta: ¿Qué medidas tiene previstas a corto plazo el Gobierno de la Nación para abaratar la factura energética, especialmente la eléctrica, de la industria española, de modo que pueda sobrevivir en condiciones de viabilidad junto con sus cientos de miles de empleos directos e inducidos, evitando una presión sobre las masas salariales de las empresas?

Dígannos, y háganlo con urgencia. La industria no puede esperar y mucho menos las familias cuyos salarios y puestos de trabajo dependen de ella.

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