La ágil conclusión de la autovía Burgos-Aguilar de Campoo es fundamental para la economía de Cantabria, al conectarla mejor con Madrid por la A-1 y con el Mediterráneo a través de la A-12 Burgos-Logroño.

 

La Autovía Burgos-Aguilar de Campoo (A-73) es una de las principales de necesidades de Cantabria en estos momentos. Impulsada desde 2002 por ministros de Fomento del Partido Popular (el último de ellos, Íñigo de la Serna), ha sido frenada por los gobiernos socialistas una y otra vez en los mandatos de los presidentes Zapatero y Sánchez, de manera que, 18 años después, esta obra tiene paralizada la realización de 50 de sus 70 kilómetros. Es decir, el 71% de esta obra está sin hacer y sin compromiso ninguno.

Esta es una de las más importantes actuaciones que Cantabria debe impulsar ahora mismo. Concluir la A-73 supondría reforzar la conexión entre Burgos, Campoo, el corredor del Besaya y el Puerto de Santander. Pero además reducir significativamente el tiempo de viaje entre Cantabria y el gigante demográfico y económico formado por Madrid y su cinturón de ciudades, al dar por la Autovía A-1 Burgos-Madrid una alternativa bastante más corta (que el actual rodeo por Osorno) y/o desde sin peaje (pues ya no tendría sentido la opción acceder por Tordesillas-Guadarrama al norte madrileño).

Y un argumento adicional de la máxima trascendencia: estando ya en construcción la autovía A-12 que enlaza Burgos y Logroño por Santo Domingo de la Calzada, una autovía desde Aguilar significa también el acceso del cuerpo central de Cantabria al Valle del Ebro. Actualmente la A-12 llega ya desde Logroño a Santo Domingo y las obras en marcha deberán cubrir los tramos próximos a la Sierra de Atapuerca. Cantabria tendría así un acceso al Valle del Ebro, libre de peaje al menos hasta la capital riojana y con menos kilómetros y peligros que la recién liberada AP-1 de Burgos a Miranda de Ebro).

En otras palabras: la A-73 es el verdadero Cantabria-Madrid y Cantabria-Mediterráneo. Y la inversión que requiere su conclusión no es elevada, pues los tramos discurren por un territorio sin grandes complicaciones orográficas. Además, revalorizará Campoo y nuestros valles del sur desde todos los puntos de vista.

Esta autovía es también necesaria para el norte de Burgos y de Palencia, zonas afectadas por los fenómenos de la “España vaciada”, como muchas comarcas cántabras de montaña. Por ello el pasado 29 de julio los senadores del PP de nuestra región y de las dos provincias castellanas  vecinas de Burgos y Palencia nos hemos reunido en Aguilar de Campoo, acompañados por su alcaldesa, María José Ortega, para estudiar acciones que impulsen al Gobierno socialista a tomarse en serio la terminación de la A-73. Vamos a incrementar la presión en el Senado para que esta obra adquiera valor de prioridad nacional.

Sería deseable que el propio Gobierno de Cantabria se comprometiera a fondo con esta obra. Su paralización por los socialistas solo es posible con la complacencia de sus socios regionalistas, cuya reivindicación hasta la fecha ha sido solo estética e inefectiva: a la vista está en que lleva dos años paralizada toda la tramitación que había impulsado el ministro del Partido Popular.

Cantabria tiene que exigir que se pongan fechas a los tramos pendientes. Y hará más fuerza política si además lo reclaman también Burgos y Palencia desde todos sus niveles: municipales, provinciales, autonómicos y de representación nacional. Puede ser una de las autovías esenciales contra la “España vaciada” en el norte de nuestro país. Será sin duda una gran herramienta para el mundo rural, industrial, turístico y comercial de Cantabria, al proporcionar accesos muy cómodos tanto a Madrid como al Corredor del Ebro: ambas son dos de las zonas más ricas de España y actualmente no tenemos buenas comunicaciones con ellas en lo que a autovías se refiere. Desde el PP queremos cambiar esta dinámica y hacer que nuestra tierra se más competitiva, más captadora de inversiones empresariales y más integrada en los grandes circuitos económicos. La A-73 es clave para conseguirlo y queremos que el PSOE deje de boicotearla. De ahí que nos hayamos conjurado en Aguilar para trabajar sin descanso hasta arrancar un compromiso del Gobierno central con un calendario creíble.

Por este motivo el Grupo Popular en Senado vamos a pedir la comparecencia del Secretario de Estado de Transportes y el Director General de Carreteras para que nos expliquen los motivos de los nuevos retrasos de esta obra, que es fundamental para el desarrollo económico de nuestra Comunidad Autónoma.

Y por supuesto presentaremos también una moción para su debate y aprobación que permita abordar y fijar posiciones a todos los grupos políticos del Senado, en la que se exija al Gobierno de España a adoptar un carácter prioritario a esta obra. Esperemos que todos los representantes de los cántabros en las Instituciones estemos alineados en la prioridad de esta autovía y seamos capaces de hacer entender al Gobierno  de  Pedro Sánchez la urgente necesidad de impulsar de una vez por todas esta vía de comunicación.

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