En un artículo anterior ya comentaba que desde el Partido Popular en el Senado estábamos denunciando el estado de abandono de las playas de Santander.

En forma de pregunta pedí personalmente explicaciones sobre el motivo del retraso y del abandono por parte del Gobierno de España en su función de mantenimiento y de cuidado de las playas en la ciudad.

Santander es una ciudad que mira al mar y, en consecuencia, está expuesta a sus azotes y temporales, pero también al dinamismo de su economía que depende, en buena medida, de la conservación de su litoral.

Desde la paralización de las obras del espigón en la playa de Los Peligros su estado ha venido siendo lamentable y, de hecho, incluso corre el riesgo de desaparecer junto con la de La Magdalena. Ambas playas al quedar completamente expuestas están condenadas a tener que seguir siendo rellenadas dos veces al año.

Respecto a esta cuestión, el Gobierno de España elude su responsabilidad con una tajante condena a estas dos playas: “dichas actuaciones no se consideran sostenibles ni desde el punto de vista económico ni desde el ambiental, al ser la arena un bien finito”.

La respuesta una vez más es trasladar el problema a otras administraciones. De hecho, cito textualmente: “el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no asumirá los aportes periódicos de arena para mantener la situación en la que se encontraba en los últimos años, volviendo estas, tal como se ha indicado, a su estado natural a no ser que su mantenimiento sea asumido por otras administraciones”.

Pedimos soluciones. Las playas de Santander son una fuente económica para la ciudad que no pueden dejarse de lado.

Está claro que este Gobierno no está por la labor de aportarlas.