Este miércoles, como ya os contaba en este blog, en el Senado he defendido cuatro enmiendas de adición presentadas por el Grupo Popular para mejorar una moción socialista sobre la transición al vehículo eléctrico.

Propuestas que lamentablemente han sido en su práctica totalidad rechazadas y poniéndose en evidencia, una vez más, la falta de apoyo del PSOE a la industria y, más concretamente, a la de la automoción. El PSOE no ha querido respaldar expresamente ni la industria de automoción con sus empleos para evitar deslocalización de producciones, ni al apoyo a tecnologías de eficiencia ecológica distintas del motor eléctrico, ni la precaución para que el aumento de consumo eléctrico no produzca contaminación en la generación del aumento de suministro eléctrico, ni proteger a los compradores de buena fe, que son dueños de un vehículo no eléctrico y no merecen ser perseguidos por la Administración. Parece que el Gobierno quiere acosar a los compradores de buena fe y a quienes no se pueden permitir económicamente un vehículo eléctrico, aparte de que no tiene ninguna solución para el stock acumulado por esta crisis.

Hay una clara distorsión del mercado que el Gobierno provocó con su actitud sobre el diésel. A esto se suma que 8.000 de los 25.000 vehículos eléctricos adquiridos el pasado año en España estaban producidos fuera del país, lo que muestra claramente los riesgos de deslocalización y que lo sucedido con Nissan en Barcelona ocurra con más plantas españolas.

La automoción representa en nuestro país el 10% del PIB, más de 300.000 empleos directos y un gran volumen de exportación alcanzando al 85% de la producción. Por ello, los socialistas deben darnos garantías de que seguiremos siendo un país exportador.

Sinceramente me preocupa la ligereza con que el PSOE aborda una cuestión tan compleja como la transición en el mercado de automoción, y creo que los socialistas deben convocar y poner a trabajar este verano la Comisión de Industria de la Cámara Alta, que trata asuntos que reúnen el 40% del PIB de España y que por tanto está llamada a buscar soluciones y consensos.

Por sentido de la responsabilidad, no nos queda otra que abstenernos de la votación de esta moción. Desde el Grupo Popular consideramos muy incompleta e insuficiente para dar garantías de transición razonable a un sector vital para la economía española y para cientos de miles de hogares de trabajadores en España.